Hala Riziq (Palestina) y Ghulam Hussein Azimi (Afganistán) no se conocen. Proceden de países diferentes y de generaciones distintas. Hala es madre y ocupa un puesto de responsabilidad en la ONG para la que trabaja. Hussein es hijo y aún no ha terminado sus estudios. Sin embargo, tienen mucho en común. Ambos tuvieron que despedirse de miembros de su familia por la misma razón: buscar un futuro mejor.
