Las barreras lingüísticas y la importancia del aprendizaje de idiomas para las comunidades de refugiados e inmigrantes en Europa

Las personas migrantes suelen viajar a Europa atravesando muchos países antes de llegar a su destino. Cada país en el que entran tiene culturas y costumbres diferentes, y el idioma desempeña un papel importante a la hora de facilitar o dificultar su viaje.

Comprender y poder comunicarse en una lengua nos permite acceder a la información y tomar decisiones con conocimiento de causa. Para miles de personas que viven en tránsito y en campos de refugiados, las barreras lingüísticas son una difícil realidad de la vida cotidiana. A menudo dependen de la información de refugiados y amigos que han pasado por la misma experiencia, sobre todo porque las autoridades locales, los trabajadores de la ayuda humanitaria y los voluntarios no suelen hablar sus lenguas. Los refugiados y desplazados están expuestos a más amenazas para sus vidas cuando no hablan la lengua local. En algunos campos de refugiados, los voluntarios ofrecen clases de idiomas para llenar el vacío dejado por las instituciones gubernamentales que no han atendido las necesidades y los derechos de los refugiados. Por lo general, sólo pueden obtener ayuda lingüística profesional de intérpretes y traductores a través de organizaciones sin ánimo de lucro y ONG.

En los países europeos de acogida, las lenguas siguen siendo un reto para los refugiados en el proceso de integración. Las barreras lingüísticas pueden impedir una comunicación satisfactoria con la población local en el día a día y reducir significativamente el acceso a servicios y ayudas esenciales, a menudo inaccesibles para los refugiados que no están familiarizados con el alfabeto latino o que tienen bajos niveles de alfabetización en sus propias lenguas. Para muchos refugiados que llegan a Europa, aprender inglés, o la lengua local del país de acogida, es uno de los primeros pasos a dar. Para aquellos que adquieren algo de vocabulario y son capaces de presentarse o de mantener una breve conversación, aún queda un largo camino por recorrer antes de que puedan hablar de cuestiones sanitarias o jurídicas. Por desgracia, aunque no es de extrañar, los gobiernos europeos tardan en proporcionar suficiente apoyo lingüístico a las personas que solicitan asilo.

Los niños refugiados multilingües, debido a su capacidad para aprender idiomas rápidamente, son a menudo intérpretes para sus padres. Su aprendizaje es informal e interrumpido, lo que deja importantes lagunas en su educación, y algunos niños refugiados no pueden acceder a la educación en sus países de acogida debido a las barreras lingüísticas. Esto conlleva más complicaciones a múltiples niveles, porque las escuelas, las instituciones educativas y los centros de divulgación son a menudo vías vitales para la integración. Muchos adolescentes y adultos jóvenes también han dejado de recibir educación debido a los largos periodos de tiempo que han pasado en campos de refugiados, o entre países. Para ellos, aprender el idioma es otro obstáculo a superar. Deben ser capaces de hablar, leer y escribir la lengua de su país de acogida antes de poder acceder a cursos de formación o adquirir experiencia laboral, para aumentar sus posibilidades de encontrar empleo. Los adultos se enfrentan a contratiempos igualmente frustrantes. Muchos de ellos llegan a Europa con conocimientos avanzados y experiencia, pero la barrera lingüística les impide acceder al mercado laboral, entablar relaciones y dar pasos hacia la estabilidad financiera y social. Esto pone de relieve la importancia de proporcionar apoyo lingüístico a los refugiados, tanto durante el proceso de solicitud de asilo, como a medida que se integran en un nuevo entorno.

Open Cultural Center apoya a los inmigrantes y refugiados en España y Grecia ofreciendo clases de idiomas gratuitas, con el objetivo de apoyar la integración de los refugiados y mejorar sus posibilidades de acceder a oportunidades de formación y empleo. En Barcelona, se imparten clases en línea de árabe, inglés, catalán y español en el Language Lab. OCC Grecia ofrece clases de griego e inglés a cientos de adultos y niños que viven en el campo de refugiados de Nea Kavala. Estas clases permiten a los alumnos mejorar sus conocimientos lingüísticos, y también les proporcionan un sentimiento de comunidad y la oportunidad de hacer nuevos amigos.

Aunque estas iniciativas y otras similares de otras organizaciones tienen un gran impacto, no son una solución sostenible para la enseñanza de idiomas a los refugiados. Dependen del tiempo y la dedicación de voluntarios, que no necesariamente tienen cualificaciones docentes y no pueden aportar certificados de escuelas de idiomas acreditadas. En última instancia, los gobiernos de los países de acogida son los responsables de proporcionar servicios y apoyo adecuados a los refugiados, inmigrantes y solicitantes de asilo, incluida una enseñanza de idiomas y una asistencia lingüística de calidad.

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